viernes, 4 de enero de 2013

Primera lección: las leyes

Antes de liarnos con las leyes, hagamos una breve introducción a la genética, muy rápido, muy breve, una eyaculación precoz.

Para entender a Mendel, lo único que hay que saber es que nuestros cromosomas van aparejados, y en cada cromosoma hay información para un carácter (color de los ojos, del pelo, forma del pelo, tamaño del... pie, etc.), viniendo un cromosoma del padre y otro de la madre. 

Para cada carácter hay un alelo recesivo y uno dominante, y aquí es donde entra nuestro monje favorito. 

Primera Ley: “Principio de uniformidad”
Al cruzar dos razas puras, toda la descendencia será igual entre sí

El colega Mendel, para sus experimentos, usó gusiantes, unos amarillos y otros verdes. Para esta ley cogió dos familias de guisantes puras (es decir, con los dos alelos iguales para el carácter "color"), unos amarillos puros (AA) y otros verdes puros (aa). Nótese que el color amarillos (A) domina sobre el verde (a), esto es, si el alelo amarillo aparece, independientemente del otro alelo, el guisante será amarillo.

Tras hacer los cruzamientos, Mendel se dio cuenta que todos los guisantes obtenidos eran verdes. 


Segunda Ley: “Principio de distribución independiente” 
Los dos factores hereditarios que informan sobre un mismo carácter no se fusionan o se mezclan, sino que quedan diferenciados durante toda la vida del individuo y se segregan en el momento de la formación de los gámetos

Joer qué tochaco el enunciado. Retomando los guisantes de antes, tenemos una generación de "hijos" (la llamaremos F1) que son todos verdes, pero sus "padres" (los llamaremos P) eran uno verde y otro amarillo. Al cruzar los guisantes de la F1, éstos tuvieron hijos (F2) verdes y amarillos. 

El buen hombre empezó a pensar en lo que había pasado, y llegó a la conclusión de que los "factores hereditarios" (los alelos) no desaparecían, ni se fusionaban como Goku, sino que se mantenían en la descendencia y los hijos podían mostrar ese carácter.

Un ejemplo bien claro es el color de los ojos en los humanos. Es posible que un hombre y una mujer con ojos oscuros tengan un hijo/a con ojos claros, siempre y cuando algún familiar de ambos tenga los ojos claros.


Tercera Ley: “Principio de la independencia de los caracteres”
Al cruzar varios caracteres, cada uno de ellos se transmite de manera independiente

Y acabamos con la tercera y última ley de Mendel, la más laboriosa de hacer, pero que no tiene mucho secreto y es bastante lógica. El enunciado lo dice todo, los caracteres se transmiten de forma independiente.

¿Cómo lo supo Mendel? Cogió guisantes amarillos y lisos (AALL) y los cruzó con guisantes verdes y rugosos (aall). La F1 que obtuvo eran todos guisantes amarillos lisos, pero en la F2 habían guisantes verdes y rugosos, verdes y lisos, amarillos rugosos, y amarillos lisos. Concretamente los obtuvo en esta proporción:

9 amarillos lisos, 3 amarillos rugosos, 3 verdes lisos y 1 verde rugoso.

Así que tras mucho cavilar, llegó a la conclusión de que los caracteres se heredaban de forma independiente.

Ahora toca la parte práctica, para asegurarnos de que habéis entendido todo y eso:

Problema 1: (relacionado con la primera ley de Mendel)